Probablemente no te has dado cuenta que puedes estar cometiendo algún error a la hora de seleccionar y vincular a tus empleados.
Pues es hora de que tomes acciones y logres mejorar tu proceso, vinculando al mejor talento para tu compañía. Así que procedamos a identificar lo que puede estar sucediendo:
1. Contratar por afán o desesperación
En ocasiones puede no contarse con mucho tiempo para contratar, pues encontrar al candidato idóneo llevará tiempo, por lo que, en estos casos, podrías llegar a conformarte con un candidato que no posee todas las habilidades que se requieren para el cargo o que no encaja culturalmente con el equipo de trabajo.
Acelerar el proceso de selección puede generar inconvenientes, tanto para la empresa como para los colaboradores, dado que se puede satisfacer dicha necesidad a corto plazo, pero a largo plazo, la contratación incorrecta podría detonar interrupciones en la productividad y un mal ambiente laboral.
Sin embargo, será necesario tener en cuenta que al flexibilizar los criterios de búsqueda ante la premura del tiempo, es importante establecer algunas prioridades y requisitos innegociables que permitan que el candidato seleccionado, se pueda formar y ajustar a las necesidades del puesto de trabajo.
2. Contratar solamente con base en el desempeño de la entrevista
Resulta fácil seleccionar a un candidato solamente con el resultado obtenido en la entrevista, quizás porque generó confianza durante la misma; sin embargo, al hacerlo se puede pasar por alto a alguien que se ajustaría perfectamente al cargo pero que su desempeño durante la misma no fue el mejor, bien sea porque al momento de presentar la entrevista su contexto sociofamiliar o económico no es bueno, sus emociones están afectadas por alguna dificultad extraordinaria e incluso, podría estar atravesando una afección de salud.
Por eso hay que tener en cuenta otras actividades como pruebas prácticas y psicotécnicas para tener la certeza de que se está contratando al mejor candidato para el puesto.
3. No realizar un proceso interno con el talento de la compañía
Realizar un plan carrera o la promoción interna resulta ser un poco más rápida, sencilla y económica, dado que el colaborador ya conoce el funcionamiento de la empresa al hacer parte de la cultura de la misma y contribuirá a tener un buen clima laboral.
4. No involucrar al equipo de trabajo y/o ejecutivos clave en el proceso
Conocer y tener en cuenta el punto de vista del equipo de trabajo y directivos será muy beneficioso antes de tomar una decisión final, ya que han de aportar información valiosa sobre las habilidades del candidato y la experiencia sobre la contratación para que esta sea exitosa; adicionalmente, contar con las personas involucradas en el cargo que desempeñará el candidato ayudará a gestionar las expectativas y que de manera ágil conozca el contexto de trabajo y se sienta bienvenido.
5. No brindar información clara sobre la empresa y la vacante
Brindar la información clara desde el principio sobre las especificidades del cargo y la empresa, harán que los candidatos no se creen falsas expectativas y se pueda evaluar desde el inicio si es adecuado, no solo para el cargo, sino para la cultura organizacional.
6. Poner demasiados y sobrevalorados requisitos en el cargo
Poner demasiadas exigencias hará que posiblemente se pierdan buenos candidatos para el cargo, por eso, hay que ser equilibrados con los criterios de búsqueda y enfatizar en los requisitos que no pueden faltar, pero que permitan la posibilidad de hacer partícipes aspirantes que pueden llegar a sorprender por sus competencias.
7. No continuar la evaluación luego de la primera entrevista
Es posible que en la primera entrevista se encuentre el candidato que seguramente se ajusta en todos los aspectos a la vacante, por tanto, en tal caso es importante darle la oportunidad a ese candidato y de manera inmediata iniciar a evaluarlo, teniendo en cuenta las funciones que ha desempeñado en relación a las del cargo, así como las pruebas técnicas y psicotécnicas y su ajuste con la cultura empresarial, dado que si no lo haces, puedes correr el riesgo de perderlo, pues el mercado laboral está siendo muy competitivo y en ocasiones escaso.
8. Atender la entrevista sin preparación
Realizar la entrevista sin las preguntas adecuadas sobre lo que se desea conocer, o no haber leído la hoja de vida del aspirante, hace que se puede correr con el riesgo de tomar una mala decisión y realizar un proceso de contratación incorrecto, solo por estar pobremente preparado.
9. No tener un proceso de incorporación establecido
El proceso de onboarding o de incorporación del nuevo personal empieza desde el reclutamiento; por ello, es importante estructurar un adecuado proceso de onboarding desde que publicamos la oferta para lograr que el aspirante se sienta bienvenido, tenga sentido de pertenencia y conozca el lugar de trabajo. Cuando no se lleva a cabo una buena incorporación, pueden generarse expectativas erróneas, así como retrocesos en la labor, rotación de personal y un mal clima laboral.
10. Contratar fotocopias
Evita contratar copias exactas de otras personas del equipo o copias de los jefes. Contratar y tener un equipo con personalidades diversas en el lugar de trabajo es supremamente importante, para que puedan aportar ideas y desafiar el pensamiento del actual equipo, suministrando soluciones y alternativas con nuevos enfoques a los problemas.
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