A pesar de esto, continuamos percibiendo un grado de inconformismo e inseguridad de algunas empresas frente a la implementación de esta modalidad, la cual no es nueva, simplemente no era tenida en cuenta, entre algunas razones, por considerar que de esta forma no hay manera de medir la productividad del empleado.
Un poco de historia
Esta modalidad de trabajo nace en la década de los 70’s cuando el físico Jack Nilles a partir de la crisis que se presentó frente a la caída del petróleo, comenzó a pensar en cómo optimizar los recursos no renovables y planteó la idea de llevar el trabajo al empleado y no el empleado al trabajo, logrando crear el concepto de Telecommuting. En la década de los 80’s y gracias a los avances tecnológicos, continuó el fortalecimiento de esta modalidad hasta la actualidad.
Pero, ¿Por qué para algunos empresarios es tan difícil adoptar esta modalidad?
Algunos empresarios aún asocian el concepto de productividad con trabajo presencial, y la vigilancia permanente como la mejor herramienta para conseguir la mayor productividad. Por lo anterior, sienten un poco de desconfianza de la gestión que puedan realizar de manera autónoma desde sus hogares. Sumado a lo anterior, la pandemia genera un sentimiento de incertidumbre y de inseguridad que va aumentando con el pasar de los días.
No obstante, recuerda que a las crisis generan grandes oportunidades de éxito, por lo que la invitación es a romper los esquemas de trabajo tradicional.
Con los resultados positivos que se han visto con la implementación del teletrabajo a nivel mundial, hemos podido detectar que más que un problema de productividad asociado a este, la dificultad radica en la relación entre el empleado y la empresa, incluso, desde el mismo liderazgo empresarial. Entonces, te recomendamos evaluar el tipo de relación existente entre colaboradores y superiores al interior de la empresa. Deja de resistirte al teletrabajo, afianza tus relaciones e incrementa los indicadores de productividad.
Los nuevos paradigmas que rompen los conceptos tradicionales
Deja atrás la idea de que, si no hay un número determinado de horas presenciales laborales, el empleado no está siendo productivo. No es un cambio fácil, pero no es imposible. Inicia con pruebas de acuerdo al tipo de industria que manejas y a medida que empieces a percibir los buenos resultados puedes implementarlo paulatinamente en otras áreas, de esta forma no vas a tener un cambio tan drástico y podrás mantener el control frente a la situación.
Empieza a ver la tecnología como un aliado estratégico, no temas a ella, el hecho de desconocerla no quiere decir que sea tu enemigo directo. ¿Por qué debes empezar a familiarizarte con ella? Porque es un importante componente que nos permite optimizar procesos en términos de resultados, más que de tiempo de dedicación a una labor.
Ahora, empieza a cambiar la perspectiva del trabajo presencial por el teletrabajo, que gracias a ella en esta lastimada económica mundial, nos ha permitido en cierta medida continuar activos.
No importa cuánto te resistas y luches, esta implementación es inevitable y el teletrabajo ha llegado para quedarse en todo el mundo. Esta modalidad de trabajo es sinónimo de versatilidad y flexibilidad, totalmente antónimo de la palabra improductividad, así que aprende a verlo como un aliado estratégico de tu organización.
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